Historia de Toldos Araceli
Tradición, Pasión y Familia desde 1975

Desde sus humildes inicios en 1975, Toldos Araceli ha tejido una historia que combina esfuerzo, aprendizaje y pasión familiar. Todo comenzó cuando Antonio Climent y Felisa Guillén, provenientes de un pequeño pueblo de Cuenca, llegaron a Alicante sin experiencia en el mundo de los toldos. Sin embargo, su determinación les llevó a dominar el oficio con una máquina de coser Singer de pedal y una furgoneta Citroën DKV, «La Pepi». En una pequeña planta baja, donde también cultivaban verduras y criaban animales, pusieron en marcha el negocio que cambiaría sus vidas.
Felisa cosía y Antonio armaba y montaba toldos, mientras su hija Araceli, aún joven, apoyaba en las gestiones administrativas. A partir de 1990, Araceli tomó las riendas del negocio, consolidando el equipo de instaladores y combinando su rol en el taller con la administración. Con el tiempo, sus hijos Jorge y María crecieron viendo el trabajo familiar y se sumaron al proyecto.
Hoy, la empresa es dirigida por la tercera generación. Jorge, gerente y responsable comercial, sigue los pasos de su abuelo en las instalaciones, mientras María lidera el área contable y administrativa. El equipo incluye instaladores experimentados, como Álvaro y Alejandro, e Iris en ventas y atención al cliente.
A lo largo de casi cinco décadas, la confianza de los clientes ha sido el pilar fundamental. Trabajan exclusivamente con materiales de alta calidad, respaldados por una garantía de fábrica de tres años. Su compromiso es que cada cliente quede satisfecho, entendiendo que un cliente feliz es el mejor embajador para nuevos proyectos.
En Toldos Araceli, la pasión por el oficio y el legado familiar son la clave para ofrecer un servicio cercano, personalizado y de excelencia.
¡No duden en contactarnos para cualquier consulta! Estaremos encantados de ofrecerles un presupuesto sin compromiso.


